No para colgarlo en la pared, sino para recordármelo cuando escribo:
- Datos >> Promesas. Si no puedo enseñarte los números, no te lo vendo. Y si no puedo prometer el resultado, te prometo el proceso.
- Arrepentido >> Venta. Si necesita que lo manipulen para decidir, no es mi cliente. Prefiero perder una venta que ganar un arrepentido.
- Escasez real >> todo lo demás. La escasez real vende más que cualquier cuenta atrás inventada. Y la confianza compensa mejor que el apuro.
- Caso éxito real >> testimonios.
- Aclarar >> Convencer. Si entiendes lo que vendo y lo quieres, ya está. Si no, seguimos tan amigos.
Esto no es romanticismo. Es eficiencia.
Cada cliente que llega sabiendo a qué viene, compra más, dura más y se queja menos.
Cada anuncio claro se optimiza mejor que uno lleno de ruido.
Y cada decisión basada en respeto deja beneficios que no se miden solo en dinero.
No necesito ser el que más vende. Prefiero ser el que más cumple.