Una de las preguntas más repetidas en PPC es esta: “La campaña tiene clics e impresiones, pero no convierte… ¿la paro o espero?”
Y como casi todo en publicidad, la respuesta incómoda es: depende.
¿de qué depende?
no del tiempo. Ni del instinto. Depende del contexto del negocio.
Algunas verdades que se repiten como un loro:
- “Dale siempre 30 días.”
- “Nunca pares antes de tener datos.”
- “Si no convierte en 2 semanas, está muerta.”
El problema es que esas frases ignoran lo más importante: qué estás vendiendo y cuánto vale una conversión.
No es lo mismo:
- Un B2B donde una venta vale 30.000 €
- Que un servicio local que necesita leads diarios
- O un ecommerce con tickets bajos y rotación rápida
Un buen criterio que se repite entre profesionales con experiencia es este:
No mires el tiempo. Mira el coste acumulado frente a tu CPA objetivo.
Si una campaña alcanza 2,5–4× tu CPA objetivo y no hay ninguna señal de mejora
ya no es paciencia, es presupuesto quemándose.
Ahora bien, no siempre hay que matar la campaña. A veces:
- El problema es el mensaje, no el tráfico
- El landing, no el anuncio
- O que tu anuncio no sale a la gente que dbe