Por qué la próxima herramienta “Max” de Google no te va a quitar el trabajo

Ayer leí un email de Nils Rooijmans, a quien siempre menciono con respeto porque lleva más años que nadie peleándose con Google Ads, y decía algo que veo cada día en cuentas reales:

Cada vez que Google lanza algo “totalmente automático”, pasa lo mismo.

  1. Primero, lo lanzan a medias.
    No funciona del todo bien, no da control, y un profesional que sabe lo que hace casi siempre puede superarlo.
  2. Después, Google aprende.
    ¿De quién aprende?
    De los anunciantes que lo usan demasiado pronto y pagan el aprendizaje con su presupuesto.
  3. Luego, cuando el sistema por fin madura, Google empieza a abrir controles:
    más visibilidad, más palancas, más métricas.
    Ejemplos: límites de puja, términos de búsqueda más completos, negativas en PMax, protección de marca.
  4. Y entonces llega la frase clave:
    “Funciona bien para el anunciante medio”.

Que está muy bien, pero… tu negocio no es el medio, tus márgenes no son los medios y tus problemas tampoco.

Por eso, aunque la automatización avance, los resultados siguen dependiendo de alguien que entienda:

– cuándo tocar una negativa
– cuándo una recomendación automática rompe más de lo que arregla
– cuándo una coincidencia amplia está desviando presupuesto
– cuándo una campaña “bien” podría estar rindiendo el doble con una idea sencilla

La automatización hace el trabajo básico.
Pero el trabajo realmente importante sigue siendo humano: criterio, contexto y estrategia.

A mí esto no me da miedo.
Me da ventaja.

Porque mientras Google sigue hambriento de datos, siempre hará falta gente que entienda qué hacer con ellos.

Y cuando Google se pone “codicioso”, más falta hace todavía.

Si trabajas en PPC, tu trabajo no desaparece.
Evoluciona.

Y el que sepa acompañar la evolución, seguirá siendo imprescindible.

Scroll to Top