
El otro día me encontré este cartel en una farola.
Un anuncio que, en teoría, quiere atraer a hombres para hablar sobre salud mental.
Buena intención. Mal ejecutada.
Y eso es justo lo interesante:
Este cartel es un ejemplo perfecto de lo que le pasa a muchos emprendedores o negocios cuando comunican sus servicios.
Veamos qué falla:
1. No se entiende qué te llevas
Lo primero que lees es:
“Círculos de Hombres – Salud Mental Masculina”
¿Eso qué es? ¿Un taller? ¿Una terapia de grupo? ¿Un café con amigos?
No lo sabes.
Y si no lo sabes en 3 segundos, te vas.
No hay una promesa clara. No hay una transformación.
2. Demasiadas características, cero beneficios
Te lo enumeran todo como una lista del supermercado:
- Meditación guiada
- Diálogos abiertos
- Compartir experiencias
- Herramientas prácticas
- Té, zumo de naranja, sorpresa mágica…
Pero… ¿para qué?
No dicen:
- “Para que aprendas a gestionar la ansiedad que no cuentas a nadie.”
- “Para que dejes de sentir que estás solo con lo que te pasa.”
- “Para que salgas más ligero que como entraste.”
Y eso es justo lo que vende: el después. No el durante.
3. No hay conversación con el lector
Este cartel está lleno de texto, pero no te habla.
No hay una sola pregunta, ni un “¿te pasa esto?”, ni un “quizás te sientas así”.
Es como estar en una fiesta y que alguien empiece a recitarte su CV sin preguntarte nada.
¿Qué se puede aprender (y aplicar) a cualquier negocio?
Muchos negocios hacen lo mismo:
Hablan de lo que hacen, sin conectar con lo que le pasa a su cliente.
Y luego se preguntan por qué no vende la web, o por qué no responde nadie al anuncio.
Aquí van 3 reglas universales para evitarlo:
1. Empieza por lo que le duele al cliente, no por lo que haces tú
En vez de:
“Taller de meditación y mindfulness”
Di:
“¿Te cuesta desconectar mentalmente aunque estés solo en casa?”
“¿Sientes que no tienes con quién hablar de verdad?”
Eso abre la puerta. Después ya explicarás el formato.
2. Vende el resultado, no el proceso
No digas lo que haces, di lo que consiguen con eso.
❌ Meditación guiada
✅ Aprenderás a calmar la mente sin sentirte raro por ello
❌ Diálogos sobre salud mental
✅ Por fin podrás hablar de lo que te pasa sin sentirte juzgado
❌ Refrigerio saludable
✅ Y sí, también un té y algo de comer, porque aquí se viene a estar a gusto
3. Una idea por cartel (o por landing)
Si pones todo lo que haces, el lector no sabe con qué quedarse.
Una sola frase potente vale más que cinco secciones genéricas.
Ejemplo:
“Ven. Desconecta. Habla. Te vas a sorprender de lo bien que sienta.”
En resumen
Este cartel no es “malo” porque tenga mala intención.
Es malo porque intenta explicar demasiado sin decir lo importante:
por qué alguien debería parar y escanear el QR.
Y eso le pasa a muchos negocios.
No es que tu servicio no funcione. Es que no estás contando la historia que tu cliente necesita escuchar.