Y me ha dejado helado.
Básicamente, reúnes a todos los proveedores por videollamada.
Dices en voz alta el presupuesto más alto que has recibido.
Y preguntas: “¿Alguien lo haría por menos?”
A partir de ahí empieza el espectáculo. Todos bajando precios. Todos compitiendo por ver quién se arrastra más rápido. Y el que gana… es el que pierde más margen.
Y si no sabes comunicar tu valor, si no sabes explicar por qué vales lo que vales, te meten en esa llamada sin piedad. Y acabas de rodillas, literalmente.