¿El mejor anuncio de la historia?

Muchos dicen que sí.
Y cuando lo ves, no parece gran cosa.

Una foto pequeña.
Un coche más bien feo.
Mucho espacio en blanco.
Y un titular que parece una broma: “Think small”.

En 1959, en plena era de los coches enormes y brillantes de EE.UU., Volkswagen y la agencia DDB hicieron esto.

No vendían lujo.
No vendían velocidad.
Ni siquiera intentaban parecer aspiracionales.

Vendían un coche barato.
Feo.
Alemán.
Y lo hacían con una honestidad brutal que desarmaba.

¿El resultado?
Un anuncio que rompió con todo.
Y que cambió la publicidad para siempre.


¿Qué podemos aprender hoy?

Cuando todo el mundo grita, susurrar funciona.
Cuando todos presumen, mostrarte humano te diferencia.
Y a veces, la mejor forma de destacar…
es atreverte a pensar en pequeño.


¿Cómo aplicar esto a tu negocio? Con ejemplos

1. Tienes un producto menos “sexy” que la competencia.
→ En vez de maquillarlo… abraza la realidad.
Ejemplo:
“Sí, no somos los más baratos. Pero somos los únicos que contestan el teléfono a las 8 de la mañana.”

2. Todos en tu sector usan el mismo discurso aspiracional.
→ Di la verdad, aunque suene menos glamurosa.
Ejemplo:
“¿Quieres resultados en 24h? Nosotros no. Porque primero analizamos bien tu caso.”

3. Vendes algo que la gente subestima.
→ No luches por parecer más grande. Gana por ser más claro.
Ejemplo:
“Tu lavadora no se va a arreglar sola. Nosotros sí lo hacemos. Rápido y sin dramas.”

4. Eres pequeño o estás empezando.
→ Úsalo como bandera.
Ejemplo:
“Somos 3. No 300. Pero nos va la vida en cada cliente.”


Think small no era solo una frase.
Era una estrategia.
Y hoy, con tanto humo digital…
Sigue funcionando mejor que nunca.

¿Te atreves a pensar en pequeño?


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