Hoy he leído algo muy interesante de una persona a la que siempre menciono con humildad: Alex Hormozi. Probó algo tan simple como añadir un checkbox encima de su formulario que decía:
“Quiero ver el ticket VIP.”
El checkbox no hacía nada. No activaba nada. No cambiaba nada. No gateaba nada.
Y aun así, ese simple gesto aumentó un 16% los ingresos por visitante.
¿Por qué? Porque la gente que marcaba la casilla estaba haciendo algo muy poderoso: comprometiéndose mentalmente antes de llegar al upsell.
Esto tiene un nombre que viene de Robert Cialdini: pre-suasion. Es el momento justo antes de persuadir, cuando preparas la mente de la persona para lo que viene después.
Y aquí viene lo interesante: Esto no va de funnels. Ni de checkboxes. Ni de tech.
Va de algo que cualquier negocio puede usar hoy mismo:
La venta empieza antes de la venta
Antes de que una persona vea tu oferta, ya ha decidido si está abierta a escuchar o no.
Eso significa que si tú vendes:
- servicios
- productos
- consultoría
- e-commerce
- formación
- software
- lo que sea
…puedes aplicar el mismo principio, sin necesidad de checkbox.
Formas fáciles de usar esto en cualquier negocio
1. Antes de enviar un presupuesto
Pregunta: “¿Quieres que te dé también la opción premium para resultados más rápidos?”
Solo por decir “sí”, ya están más inclinados a elegir esa opción.
2. Antes de enseñar tu demo
Pregunta: “¿Quieres que te muestre cómo optimizar tus costes sin tocar tu presupuesto?”
Una simple afirmación predispone a la persona a querer ver esa parte.
3. Antes de una visita a tienda
“¿Quieres que prepare una selección premium para que compares cuando vengas?”
Compromiso suave = más atención del cliente.
4. Antes de mostrar un catálogo
“¿Quieres ver las opciones más vendidas?”
Están diciendo “sí” antes de ver nada.
El principio es simple:
Haz que la persona se comprometa con la intención, no con la acción final.
Ese compromiso previo hace que lo que venga después fluya con mucha menos resistencia.
Por qué este tipo de técnicas funcionan tan bien
Porque la gente no compra cuando ve la oferta. Compra cuando ya ha decidido internamente que quiere lo que la oferta promete.
El checkbox era un ejemplo extremo. Pero la esencia sirve para cualquier negocio que quiera vender más sin complicarse la vida.