Cuando arrancamos un proyecto, solemos pensar: “¿Cómo voy a hacer esta web?” “¿Cómo voy a escribir estos textos?” “¿Cómo voy a montar esta campaña?”
La mentalidad del “cómo” funciona al inicio
Y llega un momento que la pregunta no es “¿cómo lo hago yo?” sino “¿quién puede hacerlo por mí (mejor y más rápido)?”
Cómo aplicarlo en tu negocio:
- Haz un inventario de las tareas que no requieren tu toque único (diseño, copies básicos, soporte, implementación técnica).
- Prioriza: ¿qué es lo que más te consume tiempo y menos retorno te da? Eso se delega primero.
- Caza talento A+: no se trata de subcontratar por precio, sino por resultado.
- Supervisa, no ejecutes: tu rol pasa a ser el de director de orquesta.
Si quieres construir algo grande, no puedes hacerlo solo. La pregunta correcta no es “¿cómo?”, sino “¿quién?”.