Si tus campañas no venden, lo más probable es que el problema no sea Google Ads. Es tu cuenta.
Me explico
Cada vez que alguien me pide “más ventas” o “mejores leads”, antes de tocar nada hago una auditoría. Pero no para llenar un Excel de datos, sino para entender tres cosas simples:
- Qué frena el rendimiento.
- Qué está funcionando.
- Dónde se está tirando el dinero.
Empiezo por lo técnico.
Reviso lo que nadie quiere revisar: configuración de campañas, ubicación, redes activadas, pujas automáticas con metas absurdas y las malditas recomendaciones automáticas activadas. La mayoría de los problemas nacen ahí. Google no tiene contexto. Tú sí. Por eso siempre desactivo todo lo que Google hace “por tu bien”.
Luego viene la parte que duele: ver dónde estás ganando y dónde estás quemando dinero. Hay campañas con buen rendimiento que apenas tienen presupuesto. Y otras que se comen el 80% del gasto sin traer conversiones. Eso no es optimización, es ruleta rusa.
Y por último, el plan.
En mi caso uso un sistema de semáforo.
Verde: lo que funciona, se escala. Naranja: lo que tiene potencial, se mejora. Rojo: lo que drena dinero, se pausa.
Nada de estrategias secretas. Solo orden, criterio y foco en lo que mueve el dinero.
Porque el mayor error que veo es gastar horas optimizando lo que apenas gasta el 10% del presupuesto, mientras el 90% sigue haciendo agua.